Una Navidad muy British

Vamos a dar un paseo por las tradiciones gastronómicas navideñas británicas.

La Nochebuena inglesa, también conocida como Christmas Eve, se vive de manera bastante diferente que en España. Es una noche donde se queda con amigos y familia para realizar las últimas compras y preparar los regalos de Navidad.

La verdadera celebración tiene lugar el 25 de diciembre que es el Día de Navidad o Christmas Day. Los niños abren los regalos que Santa Claus les ha dejado durante la noche y se celebra una gran comida familiar.

Y ahora vamos a centrarnos en la comida… porque reunirnos alrededor de una mesa es multicultural y en la cocina se cuecen todas las historias familiares.

Las comidas típicas navideñas británicas giran en torno al pavo y al pollo, y la cran­berry sauce o el gravy son las salsas ofi­ciales que acom­pañan los asados navideños.

Además del roast turkey, las salchichas y la panceta son las grandes protagonistas en las navidades británicas.

Y luego, para rematar, los postres navideños ingleses… ummm. Sin duda el Christmas Pudding es el más aclamado en las comidas navideñas. Es un pastel que contiene frutas deshidratadas y cáscaras de frutas confitadas, aromatizado con jengibre, nuez moscada, canela. Se consume flambeado con brandy y acompañado de una crema típica llamada custard que se sirve caliente y es bastante parecida a las natillas.

 

Mince Pies and Christmas Pudding

 

Los Mince Pies son unos pastelitos dulces típicos de la Navidad inglesa y suelen estar rellenos de frutas. Lo ideal es comerlos en caliente para que conserven todo su sabor.

 

¿Quién puede resistirse a tales manjares? Como la dieta la empezamos el 1 de enero ¿qué os parece si preparamos un Christmas Pudding en casa? A continuación os contamos cómo se elabora este clásico entre los clásicos de la Navidad inglesa.

 

Receta de Christmas pudding

Ingredientes

  • 100 g de uvas pasas
  • 100 g de arándanos deshidratados
  • 120 g de dátiles sin hueso
  • 120 g de orejones
  • 100 g de ciruelas pasas sin hueso
  • 80 g de cerezas
  • 50 g de arándanos azules
  • 20 g de naranja confitada
  • 110 g de Pedro Ximénez
  • 120 g de agua
  • 200 g de mantequilla
  • 165 g de azúcar integral
  • 2 huevos
  • 70 g de miga de pan dura (pan del día anterior)
  • 110 g de harina
  • 1 cucharadita rasa (de las de café) de bicarbonato
  • 2 cucharadas (de las de postre) de mezcla de especias
  • 1 cucharada sopera rasa de canela en polvo
  • Mantequilla para engrasar

Preparación

  1. Primero picamos el pan duro.
  2. Mezclamos la harina, el bicarbonato, la mezcla de especias y la canela.
  3. Picamos los dátiles, las ciruelas y los orejones**.**
  4. Añadimos el resto de las frutas menos las cerezas. Vertemos el vino y el agua y cocinamos a fuego lento unos 10 minutos. Revolvemos y dejemos reposar unos minutos.
  5. Añadimos la mantequilla y el azúcar y mezclamos
  6. A continuación añadimos un huevo y dejamos que pasen unos 5 segundos antes de añadir el otro.
  7. Añadimos las migas de pan, la mezcla de frutas fría, las cerezas y la mezcla de harina y amasamos.
  8. Mientras engrasamos un molde de 1750 cc, es decir, un molde en el que quepan 1750 g de agua. Mejor que sea de metal, cristal o cerámica. Cubrimos la base con un círculo de papel de hornear también engrasado.
  9. Ponemos la mezcla en el recipiente y lo apretamos para que quede compacto. Lo cubrimos con otro círculo de papel de hornear engrasado y lo cerramos con papel de aluminio que ataremos por la parte externa para que el interior quede lo más hermético posible.
  10. En una olla, que quepa nuestro molde, ponemos una rejilla en el fondo (o un plato pequeño invertido). Llenamos con agua pero no mucha para que no se desborde y la calentamos hasta que empiece a hervir. Cuando ya tengamos el agua a punto colocamos el molde en el interior con mucho cuidado de no quemarnos. Colocamos la tapa de la olla y esperamos a que empiece a hervir de nuevo. Cuando ya esté burbujeante, bajamos la temperatura para que siga hirviendo moderadamente. Tiene que hacer un “chup chup” un poco más rápido que cuando hacemos un guiso de manera tradicional.
  11. Dejamos que se haga al vapor durante 8 horas. Es muy importante vigilar con frecuencia que no se quede sin agua. Tiene que cubrir siempre 3/4 del molde y, cuando haya que añadir agua, deberá ser agua caliente para no cortar el vapor.
  12. Transcurrido el tiempo, pinchamos como cuando hacemos un bizcocho para comprobar que está hecho. El palito tiene que salir limpio, si tiene masa pegada hay que seguir cociéndolo.
  13. Retiramos y dejamos que transcurran 15 minutos antes de desmoldar. Lo cubrimos bien con papel de hornear procurando que no queden huecos. Después lo cubrimos con papel de aluminio.
  14. Lo reservaremos en un sitio fresco y seco, si tienes una despensa con estas características sería perfecto. También se puede guardar en la nevera.
  15. Si lo haces con semanas de adelanto recuerda que lo tienes que remojar con coñac u otro licor cada semana.
  16. Si lo haces con 4 o 5 días de antelación no es necesario.
  17. El día que se vaya a consumir, lo ponemos otra vez al vapor durante 2 horas. Se flambea al momento se servir y se acompaña de crema inglesa.

La verdad es que parece más complicada de lo que es en realidad. Lleva tiempo pero es bastante sencilla. ¿Os animáis?

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